9.
Hay color en Vancouver,
hay grises y blancos.
Mucho gris, sobre todo.
Un azul deprimido.
Hay también mucho verde,
sabes,
a los canadienses les salen
árboles
de todas partes.
Pero sólo en verano el verde
sale a pregonar.
El resto del año el cielo es
un glaucoma
un velo mortuorio hecho de
asbestos
un burócrata que te va
aplastando lento,
sin que te duela.
Eduardo
Padilla (Vancouver, 1976)
Poema del libro Hotel
Hastings (Cinosargo Ediciones, 2018)