Lengua que nada dice
Negra
tu lengua negro tu mediodía negra tu esperanza
Vasko
Popa
Ahora
que escribo mi lengua
se
vuelve negra. Las vacas
en
el prado tienen ahora
la
lengua negra,
los
niños en las calles
juegan
con su lengua negra,
los
amantes en su cobardía
resguardan
con pavor su lengua negra,
negra
de vergüenza, negra
como
la tumba de mis ojos, negra
como
mi tía la Negra, negra
sin
tantas fiestas y sin tanto alarde, negra.
Los
lobos escondidos en el baño
tienen
la lengua negra,
tu
madre mientras cocina la lengua
negra
de las vacas del prado,
saborea
el platillo
con
su lengua negra,
el
viento peina el pelo de los perros
con
su lengua negra,
ahora
entre el vómito mi lengua
se
viste con el luto proclamado de la pena negra,
como
la tormenta en la ciudad, negra
como
la ciega canción de las ventanas, negra
sin
otro compañero que el negro, negras
como
las canicas de los niños con la lengua negra, negras
como
las luces mercuriales de la calle, negras
como las manzanas en el campo, negras
y negras serpientes con la lengua negra, negras
como las manzanas en el campo, negras
y negras serpientes con la lengua negra, negras
como
las pestañas de las nubes negras.
Los
gatos escupen bolas negras
de
su lengua negra,
las
vacas lamen con su lengua negra
la
sonrisa podrida de los cadáveres,
los
cabellos de Margarete se han vuelto negros,
tus
cabellos de oro Margarete.
El
conserje que libera a los lobos
libera
a los lobos con su lengua negra.
En
el prado cae la lengua negra de la noche
como
la lengua de las ancianas de la iglesia,
como
la nostalgia de una luz que no viene,
como
la nostalgia de una luz que no vendrá.
Poema perteneciente a Ídolos (Montea, 2017)
¡Viva Victoria Santa Cruz!