Convalecencia
Me paso los días decidiendo
cómo hacer un poema conmemorativo.
No, por suerte, un epitafio.
Un poema sin estridencias,
que dilucide el hecho que soy yo.
Una de las caras fortuitas
en esas procesiones de piedra.
Compuesto con cuidado.
Que no diga que estuve
en ninguna gran victoria.
Pero que me ofrecí como voluntario.
Traducción de Ezequiel Zaidenwerg.
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