Monomanía del autómata
(Fragmento)
(Fragmento)
adentro:
la sangre hierve al tiempo que el agua de la cafetera
el reloj digital del microondas responde a mi resaca:
son las 00:00
parpadea: tiene sueño todavía
nadie quiere morirse nadie tiene ganas de vivir
un domingo
la libertad me da comezón en la espalda y enlosdeabajo
mosquea la casa abre grietas en el
techo
la libertad podría ser esa gotera que me recuerda a tus
ojos
abrir de par en par tus pezones me ocasiona una tristeza
apenas un poco más alegre que abrir las ventanas
afuera:
el tiempo juega a corretear los automóviles
detiene autobuses en cada esquina y luego:
“no gracias, me equivoqué de ruta”
podría verlo menear la cola todo el día
babear alegre las banquetas
lamerse el culo con alegría canina
pero quedé con B para comer un helado
un helado de esos que no me gustan
y que a ella le parecen sinónimo de todo lo horriblemente
bueno
habla de la felicidad con la
intensidad con la que yo
me hundo un par de caguamas en el pecho
piensa en la libertad con más deseo
del que yo pienso en sus ojos esparcidos sobre mi rostro
puedo estar orgulloso de jamás haber fingido un orgasmo
soy libre de venirme sobre cualquier rincón del universo
no creo en eso que llaman infinito
ni en nada que no toquen mis manos
quién chingados va a venir a comprobarme
que existe algo inacabable
pálido
brillante lleno de noséquécuerposcelestes
tengo mi cuerpo atado a mi cuerpo
nada celestial
nada innombrable
y hoy domingo:
soy libre para no ir por ese helado
para ponerme un grillete en el cuello
y quedarme taciturno haciéndole muecas a un
televisor apagado
adentro:
mis tripas son las cadenas
que me amarran a la banal costumbre de comer y descomer
cómo se puede ser libre teniendo vísceras enroscadas
siendo un obrero a tiempo completo
de la fábrica de poemas y de mierda que es el cuerpo
bombeando con un traje anaranjado y un casquito de
bombero
todo el día la sangre que hierve cuando me emputo o
caliento
mejor sí voy por el helado quién sabe
tal vez entre lamida y lamida se nos antoje
calentar la lengua de uno con la del otro
creo que deberíamos compartir más cosas
eso que llamas libertad por ejemplo
quién quiere la libertad para él solo
a mí ya ves
nada más me ha servido para entristecerme
para encerrarme a ver la pornografía
que siempre acaba ensuciándome la sala
la cama o
el piso mi panza
¿es eso la libertad, B, un montón de manchas en la casa?
compartida la vida es mejor
¿no has visto el comercial?
aunque a saber
uno cree necesitar de otro
de un perro un
oso de felpa
un perfil en
Facebook
un auto un pene másomenosgrande
una novia una
noviacaliente
una noviacalientequesepacocinar
pero a saber
yo hoy quisiera un par de mezcales
una palabra que no viviera en ningún verso
un poema menos pendejo que éste
afuera:
más allá de lo que entra o sale
a la hora del remordimiento
o a la algarábica hora en la que empieza la quermés
de mi cuerpo tambaleante
me detengo en una orilla de mi nombre
y dudo en masticar la palabra que más cercana tenga
a la boca las cosas le pueden entrar a veces
con más facilidad de la que crece un pájaro en el cielo
caer
en una boca rodeada de jitanjáforas hambrientas
sonsonete de silencio mi tartamuda ceremonia
de preparar la cama donde dormirán mis tres tristes
muertes trigaleras
adentro:
a la intemperie de mí y
mis otros
encallará en mi costa
beberá la muerte muerte de mi mar muerto
y ¡salud!
que nadie detenga el tropel de fantasmas que picotean mis
ojos
el cardumen de pétalos que libera mi sangre
la manada de alas que pasta en mi cuello
la parvada de semen que se estanca en lamujerquenoestá
afuera:
donde el universo lame las heridas de la
noche
me entretengo tentando las paredes mordidas
las rodillas raspadas de los edificios
juego a la rayuela con Cortázar
reto a las vencidas a Cervantes
incendio la cabeza de Nogueras
hago un Kame hame ha con los haikús de Tablada
la desnudez de las flores tiene otro nombre
declaro:
la desnudez de las flores es púdica y
perversa
pero quién quiere ser Cortázar
o Cervantes
Nogueras o Tablada
cuando puede ser Woody Allen tocando el clarinete
quién no quiere ser Woody Allen
tocando las tetas de su hija
y el clarinete
aunque tiemble en los aeropuertos
y su canto no sea como el de la desnudez de las flores
púdico y perverso
sólo el verso que no
intenta toquetear a nadie
sino ser él mismo intacto y autocomplaciente
masturbarse como Woody Allen toca el clarinete
y no como Cortázar
jugando al avioncito en la calledealgúnlugarfrancés
y no como la imaginaria y puñetera mano de Cervantes
cercenada en Lepanto
Tablada prepara una Genkidama con sus versos
Nogueras sigue sin recordar el poema de amor llamado
niebla
y no hay nadie tocando a mi puerta
eso quizá
eso es lo más importante
adentro:
abro la puerta de la despensa
el silencio sale a comerse los últimos restos de mi
lengua
pero soy libre, B
libre de anestesiar mi hambre con espinas de mariposa
libre de echarme alcohol en las heridas
de herirme con las hojas filosas de los calendarios
libre al fin como los árboles mirando un cielo imposible
como los pájaros que añoran la semilla de la tierra
como la muerte esperando su propia agonía
libre al tiempo de querer ser la manecilla de un reloj
que despierte:
mis ganas y mi voz adormilada por siglos y siglos de tic
tacs
afuera:
toc toc
B tocaría la puerta
entraría
me miraría con sabia resignación
me arrebataría el ayuno de la mano
la copa en el suelo haría un sonido
como el de un beso quebrándose entre dientes
adentro:
su cuerpo a gotas
sería el glu glu atravesando mi garganta
sus uñas el grrr en mi espalda
luego de mi toc toc en sus nalgas
viene el tic tac que anuncia
el big bang de una bomba escondida en su vientre
afuera:
germina un gemido del que crecerán olas
adentro:
la oscuridad es más parecida a una marejada de luz que se
ha quedado ciega
afuera:
no está B y todo esto ha sido un invento
un soliloquio sin puerta del que perdí la llave.
José Agustín Solórzano
(Michoacán, 1987)
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