Denme
una mesa verde, aticen los dientes y mi tiempo, denme tiempo a cambio de mis
dientes. Quédense con mi lengua para que pronuncien su nombre dos veces.
Arránquenme las uñas, quiten de las manos el señalamiento del dedo, escondan
los hisopos entintados y quiten de mi boca los letreros. Véndanme un color
apacible y un espejo de tinta para que combinen con esa mesa verde. Escojan su
longitud y su agresividad. Por favor denme una mesa verde, quiero besarle los
labios mayores, quiero estirarle los ojos y dibujarle palabras en puntos
suspensivos y comas abiertas. Quiero llenarla de fotos, llenarla de cielo.
Denme los cuadros de Monet y los azules de Dalí para ahorrarle Hiroshima. Y
será como si nosotros y los que hemos sido también se hicieran pedazos.
Joel Peña Bañuelos
(Ciudad
Juárez, 1990)
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