Si
estás perdido en los cruceros y no sabes si apuntas hacia afuera o hacia
adentro, si el movimiento de tus pies anuda
el moño de la asfixia, si el horizonte es cepillado por pespuntes y
pestañas, si ya no puedes mantener la seda del listón apaciguada, si te pescó la
fuerza de los polos debatiéndose, si en fin la luna escamotea sus rieles y
alfombra con pedruscos tu camino, cierra los ojos hermanito y avienta el primer
muslo, nace en la bocanada y ovaciónate.
Julio
Trujillo
(D.F. 1969)
Pág.
66
Pitecántropo
Almadía
México,
2009
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