jueves, 6 de marzo de 2014

Apuntes sobre poesía



El poema


Amaneces y echas una mirada: ya todo está ahí, el árbol y la serpiente y la piedra y el sol. Nada te estuvo esperando. Nada se vuelve para mirarte, ninguna cosa te pregunta nada, todo permanece y sigue su camino.
            Y entonces, por un rencor más profundo, vaya uno a saber por qué, tú también te pones a crear algo de lodo, de sueño, de puro aliento, de lo que se te ocurra, algo tuyo, según tu antojo. Lo sueltas al mundo y temes, no sabes si va a aprender a caminar, a hablar, si va a sobrevivir.
            Y si eso ocurre, y ocurre rara vez, pronto aquella cosa tuya, por ti creada, empieza a caminar por el mundo, pero a su propio antojo.
            ¿Te gusta eso entonces?


1953







Vasko Popa
El cansancio ajeno
Poesía completa
Traducción de Dubravka Suznjevic
Vaso Roto, Esenciales de poesía
P. 491