jueves, 28 de febrero de 2019

Un poema de Carlos Montemayor


Arte poética

Cuando mi hijo come fruta, o bebe agua, o se baña en un río,
sólo dice que come fruta, o bebe agua, o que se baña en el río.
Por eso ríe cuando leo mis poemas.
No comprende aún tantas palabras.
No comprende aún que las palabras no son las cosas.
Que en un poema quiero decir lo que nos rebasa a cada paso:
la ira entre quincenas y casas prestadas y ropas que envejecen;
la esperanza entre deudas y calles compartidas con días monótonos
y con mañanas cuya única dulzura es el agua que nos baña;
la honra entre empleos temporales y amigos deshonrados;
la rapiña entre diarios y oficinas públicas;
la vida que nos abre los brazos para tomar
a un lado la noche de las lluvias
y en otro los días de las desdichas.
Mas cierta vez, comiendo un persimonio de mi pueblo
dijo sin darse cuenta que sabía como a durazno y ciruela.
Porque desconocía esa fruta
no dijo lo que era, sino cómo era.
No comprende aún que así hablo yo,
que trato de comprender lo que desconozco
y que intento decirlo a pesar de todo,
como si ignorar fuese también una forma de comprender,
como si siempre recordara que la vida no es una frase, ni un nombre,
ni un verso que todos entienden.
Es, a mi modo, como decir,
que bebo agua, o como una fruta, o que me baño en un río.


Carlos Montemayor
(1947 - 2010)
 


martes, 19 de febrero de 2019

Un poema de la casa


Otras palabras

No te has dado cuenta
de que hace casi un año
duermes de manera distinta:
tu respiración, tu silueta llena de crimen
sobre el colchón.
Los profetas te han dado pie
y ahora duermes sobre otras palabras.
Aquellas palabras que dejaron
una cruz de ceniza en tu frente
se han ido borrando.

No todo es tan profundo como suena.
Sólo quiere decir que de ahora
en adelante
son otras
las palabras
que te esperan.

(Inédito)
(Toda la poesía es inédita, dice Morábito)


Morning sun, 1952. 
Edward Hopper