domingo, 16 de enero de 2022

Conversación con Simone Weil

 

—los niños, el océano, la vida silvestre, Bach.
—el hombre es un extraño animal.

En la mayor parte del mundo
la mitad de los niños se van a la cama hambrientos.

¿Renuncia el ángel a sus plumas, al iris,
a la gravedad y la gracia?

¿Se acabo para nosotros la esperanza de ser mejores ahora?

La vida es de otros.
Ilusiones y yerros.
La palabra fatigada.
Ya ni te atreves a comerte un durazno.

Para algo cerré la puerta,
di la espalda
y entre la rabia y el sueño olvidé muchas cosas.

La mitad de los niños se van a la cama hambrientos.

—los niños, el océano, la vida silvestre, Bach.
—el hombre es un extraño animal.

Los sabios en quien depositamos nuestra confianza
nos traicionan.

—los niños se van a la cama hambrientos
—los viejos se van a la muerte hambrientos.

El verbo no alimenta. Las cifras no sacian.

Me acuerdo ¿Me acuerdo?
Me acuerdo mal, reconozco a tientas. Me equivoco.
Viene una niña de lejos. Doy la espalda.
Me olvido de la razón y el tiempo.

Y todo debe ser mentira
porque no estoy en el sitio de mi alma.
No me quejo de la buena manera.
La poesía me harta.
Cierro la puerta.
Orino tristemente sobre el mezquino fuego de la gracia.

—los niños se van a la cama hambrientos.
—los viejos se van a la muerte hambrientos.

El verbo no alimenta.
Las cifras no sacian.

—el hombre es un extraño animal.

 

 

Secreto de familia». Un poema de Blanca Varela – TAM-TAM PRESS

(Crédito de fotografía a quien corresponda)

 

 

Blanca Varela

El suplicio comienza con la luz

Poesía reunida 1949 – 2000, pag. 128.

Universidad Nacional Autónoma de México