sábado, 19 de octubre de 2013

Sábado de clásicos



RAMBLA DEL CARMELO


El amor fue una vez el reclamo multicolor
de los bares de moda con música de Blondie.
Ella tenía la piel áspera,
voz de muchacha rota por alcohol.
La tocaba en el aire entre formas sin forma,
ella se quejaba del resfriado mientras fumaba.

Calle Agudells con Rambla del Carmelo:
un túnel como las tripas del sueño:
gritos de jóvenes libertarios retrocediendo décadas
entre disparos de la policía y órdenes por megafonía
como amenazas, disolución.
Sueño e insomnio negro,
negro como una noche negra sin ti,
negro como un adoquín negro,
negro como un negro negro.

¿Y tú de qué me hablas?
¿De una cultura de tanatorio,
de un rumor que ya no le interesa a nadie
o de ti? ¿Me hablas a mí?
Voy con una prisa desesperada
y el mundo se mueve a un ritmo desesperante.

Corbatas de azul pastel,
chicas disfrazadas con vestidos de gasa
que marcan los pechos.
Te desnudo y tú me preguntas por qué.
Calla, mira, no repitas historias,
no pretendas saber lo que no sabes
ni querrías saber después de saberlo.

Porque ya lo sabes:
sueño, insomnio y negro,
negro como una noche negra sin ti,
que no quiero,
negro como un adoquín en tu corazón,
negro como los latidos sobre tu pecho
sin sujetador negro,
debajo del vestido de gasa negro,
negro como un negro bien negro.



David Castillo
(Barcelona, 1960)

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