jueves, 14 de diciembre de 2017

De la casa



La casa incompleta
(Ensayo incompleto)

El presente es una casa incompleta.
Desde esta casa escribimos también incompletos,
porque el futuro no llega, porque el futuro no existe
o porque el futuro idealizado se queda en mera idealización.

Se escribe en el presente para un futuro que no será.
El futuro, en este caso, es el pretexto.


*

Si,
como rezaba Gabriel Celaya,
la poesía es un arma cargada de futuro,
el futuro entonces es una bala;
el futuro busca un cuerpo / una pared / una botella;
el futuro se agota – el futuro siempre está por venir –
como la bala - como la bala que quiere chocar
contra la pared ausente de una casa
que no se ha terminado de construir.


*
No existen fotografías del futuro.
Y alguno de aquellos que lo han intentado
(llámense Kubrick, Bradbury, etc.)
han quedado como estampas de un futuro
que fue rebasado rápidamente
y no por haber llegado a Marte,
si no por mantener un contexto determinado
(la burocracia de la imaginación)
cercano a un futuro posible.

Del pasado hay fotografías.
El futuro, entonces, es donde viven
ideas en lugar de fotografías.
Pero también son ideas que se volverán fotografías
viejas.
El futuro es la fotografía mental
de las ideas. Las ideas siempre viven
en una casa incompleta
colgadas en marcos de oro en la pared ausente.

El futuro, como la poesía, es un arma cargada de mentiras.


*

Ante la imposibilidad concreta del futuro,
el marketing resuelve su inminente espera:
El futuro es hoy, sentencia.

El mercado no está dispuesto
a esperar algo que no existe y le da vida.
Sin embargo el mercado se sustenta en el mercado mismo
de las ideas. El futuro
sigue siendo esa profecía
que una vez cumplida
deja de ser profecía para volverse realidad.
Para volverse, otra vez, un presente incompleto,
una casa en la que siempre falta algo
aunque todavía no sepamos qué.

*

Cuando pronuncio la palabra Futuro/,
escribe Szymborska, / la primera sílaba pertenece ya al pasado.

En la casa incompleta conviven los tres tiempos:
el futuro es un presente que será pasado:
la idea es una casa que será un terreno baldío.

Etimología: Futuro = Futurum = lo que ha de ser =
el futuro es un casa que ha de ser pero no sabemos si será.

Variable infinita.


*

El futuro, aunque no exista,
puede ser un lugar de comunión,
de diálogo. Un lugar abstracto
en el que habite una balanza. Un lugar,
en nuestro tiempo, donde lo análogo y lo digital
convivan sin tanto problema.                               

*

En resumidas cuentas / escribe
Nicanor Parra / sólo nos va quedando el mañana.
Y él levanta su copa
/ Por ese día que no llega nunca
/ Pero que es lo único / De lo que realmente disponemos.

Es decir, disponemos de la ausencia,
disponemos de una casa que nunca termina
de construirse, disponemos de la idea
que trabajamos aunque esa idea nunca se vuelva
algo concreto.

De manera romántica: disponemos de los sueños.

Perdón.


*


Sé que escribo desde esta casa incompleta
que terminará de construir, si es que puede,
alguien que no conozco.
Y debemos comprender,
como escribe Erick Alonso: de todos modos los puntos finales
casi siempre son punto y seguido.

Ladrillos que han de venir aunque no los veamos.
Castillos inflados de cemento frente a nuestra ausencia.

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