domingo, 11 de mayo de 2014

De la casa



Gorra nueva
(Poema pasajero)

Era insostenible.
Mi gorra vieja estaba
a dos soplidos de dios
para desvanecerse por completo.
La visera rota me hacía recordar
los viajes por Colima y por Tijuana.
La parte rota de adelante
parecía una alcancía
que guardaba mis ideas.
La parte rota de atrás
es por donde saqueaba dichas ideas.

Amigos varios intentaron
regalarme una gorra nueva
por amistad, por lástima
por ajena vergüenza,
y yo en verdad les agradezco.
Pero paseando por algún mercado
encontré una gorra similar
y blanca (la vieja era negra
y nunca me he llevado bien
con lo pulcro),
así que decidí teñirla, volver
al negro que nunca me abandona.

Hoy comienzo a usar la gorra nueva
pero es inevitable la nostalgia,
no por mera cursilería
ni por los años que han pasado. 
sólo es que la nueva gorra
me queda chica y es gracioso
como todo se vuelve contra uno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario